Hoy, justo ahora, he dejado el miedo.
Libre: libre él, libre yo.
Hoy; ahora, yo vuelvo a ser yo. Flecha
débil, odio, pena; trapos sucios. Yo soy yo.
Ahora; justo ahora, años después de las primeras líneas de esta montonera
de garabatos;
Ahora mismo, declaro
mi destino. Yo declaro:
Nada es cierto. Nada, ese es mi lugar; y vale mi sangre
defender mi lugar húmedo de sangre.
Por eso hoy tengo menos miedo, estoy tan desnudo que hasta
me siento en mi arrullo.
Estoy sudando, me estoy haciendo escarcha.
Hoy mi boca traga vientos verdes; hoy todo cabe en mí.
Hoy no tengo miedo, ayer no lo tuve; pero hoy, justo ahora, tengo
menos miedo que ayer.
Hoy me deslumbra sólo el brillo de mi sable; sólo su brillo
desprovisto de sangre.
Gotas, agua espesa.