sábado, 18 de junio de 2011

Tengo en mi Mano una Tromba de Vientos



Tengo en mi mano una granada, mi mano tiembla por lanzarla.
Frente a mí, el blanco: una colina de tulipanes y narcisos con más colores que individuos.
¿Por qué quiero lanzarla? ¿acaso para fulminar su belleza? ¿acaso para desperdigarlos en la ladera?

Tengo mi mano una tromba de vientos, tengo en mi mano una jaula donde cabe mi cuerpo y tengo en mi mano restos de manos zurcadas que ya acaricié, pero que aún están en mi mano; y debo elegir, entre una colina de tulipanes y narcisos, una tromba de vientos y una jaula; o esperar por las manos pequeñas que ya conozco y acaricié, que sean ellas las que quiten esta granada de mis manos y la ahoguen en el río, para nunca más salir de ahí.
Tengo en mi mano la daga que me hace temblar, tengo en mi mano una tromba de vientos.